MATA MUA (o Érase una vez)
Paul Gauguin
1892
Museo Thyssen
Lo primero a destacar de esta obra, que resulta de esencial relevancia, es que fue realizada durante su periodo de estancia en Tahiti. Gauguin, se traslada allí en junio de 1891. Durante este momento importante de su vida, busca huir de la civilización europea y de todo lo artificial para buscar los orígenes más puros del ser humano; al margen de occidente. Como él mismo afirmó en su famosa frase “Je veux aller chez les sauvages”, quiero irme con los salvajes.
Paul Gauguin
1892
Museo Thyssen
Lo primero a destacar de esta obra, que resulta de esencial relevancia, es que fue realizada durante su periodo de estancia en Tahiti. Gauguin, se traslada allí en junio de 1891. Durante este momento importante de su vida, busca huir de la civilización europea y de todo lo artificial para buscar los orígenes más puros del ser humano; al margen de occidente. Como él mismo afirmó en su famosa frase “Je veux aller chez les sauvages”, quiero irme con los salvajes.
Su búsqueda de lo
primitivo y lo exótico estuvo presente durante toda su vida, pero es con su
estancia en Tahití donde consigue crear un arte más próximo a aquello que él
buscaba. Durante su primera estancia estuvo hasta julio de 1893. Esta obra
pintada en diciembre de 1892, se realizó como motivo de haber experimentado que
el paraíso perdido que buscaba, no existía como tal. El propio titulo de la
obra en francés “autrefois”, antaño
en español, alude nostálgicamente a aquel pasado glorioso, que para Gauguin,
residía en esencia en el arte primitivo.
Pero, a pesar de
que su viaje no fue del todo lo que esperaba, logro evadirse de la realizar
para pintar lo que pudo ser. En este lienzo se reúnen ambas cuestiones que el
planteaba, al presentar el exótico paisaje, con fuertes colores (seña de
identidad de Gauguin) y los primitivos bailes y cultos que aparecen al fondo,
junto al gran ídolo. En este lugar no hay contaminación, todo es armonía, paz y
esencia.
La escena se desarrolla
en un paisaje idílico, cerrado por montañas. Hay varios planos de
representación, separados entre si por líneas onduladas dispuestas sobre el eje
horizontal, dando la impresión de montículos con sombras coloreadas. Estas
separaciones las hacían los artesanos antiguos con los esmaltes y las
vidrieras, técnica que empleó Gauguin por primera vez en Bretaña.
En este espacio
hay dos planos de acción. En primer plano aparece una mujer tocando la flauta
junto a otro personaje. Esta representación, es similar a la obra del autor, Arearea (o Pastorales tahitianas),
copiando la disposición de las dos figuras y hasta el tipo de árbol. En un
segundo término, separados por un árbol que divide la composición hay un
segundo grupo que baila alrededor de la diosa Hina, deidad de la luna. Cabe
señalar, que esta escena es producto de la ficción de Gauguin, se inspira en
varias fuentes, pero desconocemos si la estatua existía o si el ritual fuese de
esa forma.
Los colores, muy
variados, están aplicados de manera plana, siguiendo la estampa japonesa,
interesándose por los contrastes cromáticos, y quedando algunos restos de
influencia impresionista al aplicar algunas sombras coloreadas.
Lo que encontró
Gauguin en Tahití, no era más que los restos de un pasado glorioso, para
entonces en vías de extinción (hoy día, extinto por completo). Mata mua (Érase una vez); es un canto a la vida
originaria que tanto ansiaba encontrar el pintor francés. Lo realiza en colores
planos, muy vivos, al margen de cualquier pretensión naturalista, lo cual
supone una pintura muy primitiva, un canto a esa edad de oro perdida.
Enlace:
http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_obra/710
Enlace:
http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_obra/710
No hay comentarios:
Publicar un comentario