lunes, 23 de enero de 2012

Puerta Sur de la Catedral de Chartres

Fachada Sur

1. Historia

La catedral de la Asunción de Nuestra Dama, es una iglesia catedralicia de culto católico romano bajo la advocación de Nuestra Señora, la Virgen María.

Esta iglesia marco un hito en el desarrollo del gótico e inició una fase de plenitud en el dominio de la técnica y el estilo gótico, estableciendo un equilibrio entre ambos. Es sumamente influyente en muchas construcciones posteriores que se basaron en su estilo y sus numerosas innovaciones como las catedrales de Reims y Amiens.

La figura más importante en la historia de esta diócesis fue el obispo Fulberto de Chartres, teólogo escolástico reconocido en toda Europa.

Fue el modelo de las grandes catedrales francesas. Se trataba de una catedral románica del siglo XI, modificada a mediados del siglo XII, que ardió en 1194, siendo reconstruida a partir del siglo XIII.

La planta es grandiosa con un trazado en cruz, tres naves en el brazo longitudinal, un crucero marcado en planta también de tres naves, un presbiterio muy desarrollado y una doble girola con capillas. Poco a poco la planta de las iglesias cristianas se va alejando de la cruz latina (característica del románico) y va a ir tendiendo a la planta de salón, donde una amplia nave central produce el efecto de “espacio continuo”. 
El pórtico sur es un regalo del conde Pierre Mauclerc, de la familia real. Este pórtico introduce nueva iconografía al estilo de Chartres.

2. Puerta Sur

La portada sur presenta entre sus gabletes y a cada lado, una especie de corona de arcadas en las que se hallan las estatuas de los reyes de Judá. La enmarcan dos torres inacabadas. Con sus torres y su gran rosetón que domina la portada, este conjunto probablemente debía constituir la nueva fachada de la iglesia, después que la antigua fachada occidental hubiera quedado superada por la de la catedral de Laon, de soberbio atrevimiento en su estructura, con sus porches profundos, los poderosos nichos de sus ventanas y sus arquerías abiertas. Los muros sobresalientes del transepto y la base de las torres están tapizadas de finas columnas, semejantes a las cuerdas de un arpa (Un medio de expresión arquitectónico que encontrará su máximo desarrollo en la fachada de la catedral de Estrasburgo, visión aérea, libre de toda pesadez)

Portal Sur
Es impresionante observar que toda la decoración esculpida se concentra alrededor de las portadas y abunda a lo largo de los porches, sobre las puertas, en los derrames, en los parteluces, en las arquivoltas, para alcanzar el punto culminante de su expresión dramática en los tímpanos. Después, una vez atravesado el portal, toda imagen esculpida desaparece; incluso las esculturas del gótico tardío que rodean el coro (ausentes en el plano inicial) escapan a la primera mirada, que asciende a lo largo de las formas simples y sobrias de la arquitectura hasta las imágenes inmateriales, tejidas de luz de las vidrieras.

Las puertas del santuario señalan simbólicamente el paso de un mundo al otro, de la existencia terrenal al reino de Dios. La multitud de formas materiales permanece en el exterior, en el interior sólo reina el esplendor de la luz.

El edificio sagrado, cuya orientación ha sido determinada por los movimientos celestes, es en cierto modo el lugar donde el tiempo se ha convertido en espacio. A su vez, la portada que es espacio en cuanto elemento arquitectónico, permite vivir el paso del umbral como el instante del tránsito, como son la muerte, el juicio y la resurrección. Asimismo, el despliegue de la divina liturgia y el desarrollo de sus movimientos alrededor del altar metamorfosean de nuevo el edificio entero en una sucesión temporal.


a. Portal Central

El portal central muestra el Juicio Final con esculturas de los apóstoles en las jambas. 
En el dintel sobre la puerta hay un friso con una visión del Apocalipsis, con el Cielo y el Infierno. Es la primera vez en la iconografía religiosa que se narran el Juicio Final y el Apocalipsis conjuntamente. Hasta entonces ambos temas habían sido tratados siempre de forma independiente pese a estar estrechamente relacionados. Cristo es representado en el tímpano con rasgos amables y humanos en el juicio final, esta figura es conocida como el Beau Dieu. La escena es en general tratada por el escultor de forma que inspira compasión divina, muy diferente a otras representaciones anteriores en las que se intenta resaltar el sufrimiento para inspirar temor a la ira de Dios.

Detalle Portal Central
La portada sur reúne a los doce apóstoles alrededor de la puerta central, los mártires alrededor de la puerta de la izquierda, y los confesores a cada lado de la puerta de la derecha; todos se refieren a la figura de Cristo enseñando que se levanta en el parteluz de la puerta principal. Sobre éste, en el tímpano, se ve la representación del Juicio final, lo que a primera vista parece contradictorio con el orden litúrgico seguido generalmente, que quiere que el Juicio final aparezca en el oeste, frente al coro. Hay que leer esta representación como una prolongación y una ampliación de la majestas (la expresión de la victoria divina y de su esplendor). El Cristo en gloria forma, con la virgen María y san Juan, una especie de Deisis, enmarcada por los ángeles que llevan los instrumentos de la pasión, de la que la catedral de Chartres creía poseer unos fragmentos.

En los derrames de la puerta izquierda, orientada más al este, están frente a frente los dos grupos de la Anunciación y la Visitación, acompañados por los profetas Daniel e Isaías, anunciadores del Mesías. Las estatuas de Lía y Raquel, que encarnan la vida activa y la vida contemplativa, fueron destruidas durante la Revolución, al igual que las que representaban a la Iglesia y la Sinagoga. La historia del nacimiento de Cristo prosigue en el tímpano, donde se puede ver la Natividad, el Anuncio a los pastores, y el sueño y la Adoración de los Reyes Magos.

Tradicionalmente se hubiesen representado a los cuatro evangelistas tanto en el Juicio Final como en el Apocalipsis pero al unir ambas escenas, estos quedaron excluidos de los relieves, por lo que son representados en las jambas del portal en estatuas de mayor tamaño. Esto deja un espacio disponible en los relieves que es ocupado por la Virgen, a la derecha de Cristo, y por San Juan que le ruegan  por las almas de los juzgados aumentando la sensación de compasión en el conjunto. Ambas figuras son del mismo tamaño que Jesús, lo cual para algunos teólogos de la época daba una imagen demasiado humanizada de Cristo. Esta equiparación de tamaño se cree que puede simbolizar el poder de intercesión de la Virgen y de San Juan, que había sido establecido ya desde los tiempos de la primera iglesia bizantina.


b. Portal Occidental: Mártires

El pórtico izquierdo está dedicado a los mártires de la Iglesia, con el martirio de San Esteban como escena central en el tímpano. Son célebres en este pórtico las figuras de San Jorge y San Teodoro, en las que contrasta el aspecto anciano y adusto del primero con el rostro joven y bello del segundo.

Los mártires están representados por san Esteban, san Clemente y san Lorenzo, acompañados del soldado de Dios, san Teodoro; después vienen san Vicente, san Dionisio y san Piat, tres sacerdotes, y a su lado san Jorge, el santo guerrero. Las dos figuras de caballeros, san Teodoro y san Jorge, son de una factura visiblemente más tardía y hacen el efecto de ser retratos del natural, al tiempo que son también tipos, en la medida en que el ideal caballeresco de la época encuentra en ellos su expresión directa. El tímpano cuenta la historia del primer mártir, san Esteban.


c. Portal Oriental: Confesores

Conocido como el portal de los Confesores, se contrapone al izquierdo; mientras que los mártires dan testimonio de Dios con su muerte los confesores lo hacen con su vida. Tanto unos como otros serán admitidos en el Paraíso el día del Juicio Final que se narra en el centro.

Si los mártires son los “testimonios” de Cristo en el sacrificio de su vida, que les une a él, los confesores lo son en su sumisión a la verdad. Sus representantes son, en un lado de la puerta de la derecha, los obispos san Nicolás, san Ambrosio y san León, y después san Laumer, un santo de la diócesis de Chartres; en el otro lado, san Martín, San Jerónimo y san Gregorio, así como san Avito, un santo local. San Martín y san Nicolás realizaron milagros, san Jerónimo y san Ambrosio son doctores de la Iglesia, san León y san Gregorio fueron papas. El tímpano presenta escenas de la vida de san Nicolas y de san Martín.


d. Vitrales

Son de la misma época que los del lado norte y muestran la glorificación de Cristo en el rosetón con los evangelistas y ángeles y en el círculo externo los patriarcas del Apocalipsis y las armas de los donantes de la vidriera. En los ventanales muestra a los cuatro evangelistas en la parte superior de cada ventana lateral (de izquierda a derecha: Lucas, Mateo, Juan y Marcos) sobre los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. En la ventana central la figura de la virgen con el niño.



BIBLIOGRAFÍA

-  BURCKHARDT, Titus; “Chartres y el nacimiento de la catedral”, Editorial el Barquero

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