jueves, 24 de septiembre de 2015

Ares Borghese

Copia Romana en mármol del siglo I o II d.C.


El objeto de estudio es la escultura llamada Ares Borghese. La obra que hoy podemos ver es una copia romana en mármol de Paros, realizada en la era imperial (siglo I o II d.C.). La original, desaparecida, fue realizada en bronce hacia el año 420 a.C. Actualmente, el original romano se encuentra en el Museo del Louvre con varios vaciados en escayola, en distintas parte del mundo.

      El autor 
La autoría de esta obra es difícil de atribuir. Se considera que su autor fue Alkamenes (en griego antiguo Ἀλκαμένης, Alkaménês), escultor griego del primer clasicismo, que es citado por Pausanias en su Graeciae Descripto: “Cerca de la estatua de Demóstenes esta el santuario de Ares, donde se colocan dos imágenes de Afrodita, una de Ares hecha por Alkamenes y una de Atenea hecha por uno de Paros, llamado Locros”[1]. Con este texto, no nos hace ninguna referencia de la descripción de la escultura, pero coincide el tema.

Es un autor insuficientemente conocido, y con el que, al igual que sus contemporáneos, abunda el material literario y teórico para atribuirles obras, pero faltan elementos arqueológicos suficientes para enjuiciar su estilo propio[2].

Se cree que era Ateniense, o colono ateniense con origen en Lemnos, que para esa época era casi lo mismo. Aprendió de Fidias[3] para posteriormente convertirse en su rival. Recibió importantísimos encargos, tanto es así que se le podría considerar el “Escultor oficial de Atenas” entre los años 430 y 403, año del que se tiene constancia que Trasíbulo le encargo un relieve monumental con las figuras de Herakles y Atenea. Lo más interesante sobre su estilo, es que alcanzó a dar a sus esculturas de dioses la grandiosidad propia de Fidias, aquello que no logró alcanzar Policleto en sus estatuas[4].

Entre lo poco que se le puede atribuir de manera bien documentada por Pausanias, se encuentra el grupo de Prokne e Itys, obra original muy dañada y encontrado en el Acrópolis y una copia romana llamada Guerrero herido, situada en París, en St. Germain, de la original llamada Hermes Propylaios, que se situó en la entrada de la Acrópolis.


Ágora de Atenas
Localización de la obra 
Esta escultura, se encontraba en el templo de Ares, situado en el Ágora de Atenas. Era un templo dórico períptero, construido en el 440 a.C. que coincide en fechas y tamaño al templo de Hefesto o Hefestión, por lo que se cree que podría haber sido construido por el mismo arquitecto.

El templo, conserva marcas que nos demuestran que el Ágora no fue su ubicación inicial, sino que fue construido en otro lugar y posteriormente desmontado, marcadas todas sus piezas y reedificado sobre cimientos romanos hacia el año 15 a.C., en tiempos de Augusto.

La situación original del templo de Ares también está en duda. Por un lado se cree que su emplazamiento pudo ser Acarnas, demo del Ática donde desde época clásica está atestiguado el culto a Ares y a Atenea[5].
La otra teoría, mas posible, es que estaba en el Santuario de Atenea Pallenis (en la actual Stavro), donde se han encontrado cimientos de un gran templo pero sin ningún rastro de su estructura superior[6].

La escultura original se perdió, probablemente fue fundido su bronce y reutilizado. Años después, los romanos realizaron una copia, la cual desapareció en el tiempo hasta que muchos siglos después se situó en la Galeria Borghese, en Roma, rodeada de otras obras de la estatuaria antigua.

Plano del Templo de Ares
A principios del siglo XIX, debido a la decadencia y el déficit de la familia Borghese, el príncipe Camillo Filippo Borghese, casado con la hermana de Napoleón, Paulina Bonaparte, decide vender al emperador francés un total de 344 antigüedades, de las cuales 154 estatuas, entre las que está este Ares. Se estipula que se le pagó con trece millones de francos por el total de las obras.
Muchas de ellas conservaron su denominación de origen, como son: Gladiador Borghese, Ara de los doce de los Borghese o el Marsia Borghese. Estas obras fueron trasladadas al Museo del Louvre, donde se encuentran a día de hoy.

Además, se encuentran copias de la obra por todo el mundo, una de ellas en la Casa del Sol de Valladolid (España)


Descripción de la escultura 
La escultura, como afirma Antonio Blanco Freijeio[7] es la más noble representación de este dios que se conoce en el arte clásico, y posee una actitud propia de las obras de Alkamenes por ser nueva y valiente. Pero a parte de todo esto, la investigación no ha podido encontrar argumentos solidos para que sea atribuida a él con total certeza.

La escultura mide 2,03 metros. La conservada hoy presenta diferencias con la original en bronce. Estas diferencias son necesarias por el uso de un material distinto del original. Se emplea, un trozo de mármol utilizado en la mano derecha que la une con el muslo de la figura, para eliminar la carga del brazo e impedir que se fracture la pieza. La otra, es la mano izquierda, que la original poesía una lanza, pero por la fragilizar de tallar un objeto tan fino se limita a agarrar un trozo de ella, y deja que nuestra imaginación complete lo que falta.
Otra parte más, que podría ser, o no, parte del original, es el tronco que se encuentra pegado a la pierna izquierda, que seguramente tampoco perteneciera al original y que se realiza para ampliar la superficie de apoyo y mejorar su estabilidad.

El canon utilizado es de siete cabezas, igual que el del Doríforo de Policleto, con quien a parte de la proporción, comparte muchos más rasgos similares, como sería la posición de las manos, la cabeza ladeada o la torsión de la cadera y posición de las piernas.


Mitología 
La escultura representa al dios griego Ares, lo cual se puede demostrar con el casco y el anillo que encadena su pie para impedirle actuar como lo que es, dios de la guerra. Es una frágil hipótesis de los historiadores que se ha impuesto sin haber sido razonada.
La representación normal del dios se caracteriza por llevar: coraza y casco, e ir armado de escudo, lanza y espada. Su talla es sobrehumana y profiere gritos terribles. Generalmente combate a pie.
En esta escultura vemos como se han roto los moldes, y no se representa al personaje tal como se debería. Ares, aparece en mitos guerreros y narraciones de combates, pero no siempre sale vencedor. Parece que a los griegos, desde época homérica, les complacía mostrar su fuerza bruta contenida o burlada por la inteligencia de Heracles o la prudencia de Atenea. En esta escultura se le muestra sereno, relajado, un poco cabizbajo, quizás porque quisieran mostrarlo en su faceta más humana, como ellos le veían, a veces vencedor y, lo que parece mostrar esta escultura, vencido.
Sea un dios o un mortal, este majestuoso y pensativo desnudo expresa el sentido civilizador que entre los griegos tuvo la belleza idealizada del cuerpo humano.



Copia de la Casa del Sol (Valladolid)



[1] PAUSANIAS: Graeciae Descripto. I, 8, 4
[2] BLANCO FREIJEIRO, Antonio: Arte Griego. Consejo superior de investigaciones científicas, Madrid, 1990, Pag 243-247.
[3] PLINIO: Naturalis historia. XXXVI, 16-17
[4] QUINTILIANO: Institutio Oratoria. XII, 10, 8: “at quae Polycleto defuerunt Phidiae at que Alcameni dantur”
[5] E. ALCOCK, Susan, Archaeologies of the Greek Past, Pag. 55
[6] http://ascsa.net/id/agora/monument/temple%20of%20ares
[7] BLANCO FREIJERIO, Antonio. Arte Griego, Pag. 246

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