Nacimiento: Aracataca, 1 de abril de 1917
Muerte: Bogotá,
24 de Octubre de 1998
Fotógrafo y caricaturista
colombiano con reconocimiento internacional. Residió en Colombia, en México
donde se relacionó con notables artistas aztecas, en EEUU donde trabajó para
algunos medios como “Life” y “Reader’s Digest”, también en Venezuela como
fotógrafo del Palacio de Miraflores.
BIOGRAFÍA
Nació en rincón Guapo en 1917,
una aldea de Aracataca, Magdalena, donde proliferaba la exuberancia del paisaje
tropical junta con la modesta supervivencia de sus habitantes cultivadores de
banano.
En su adolescencia viajó a Bogotá
para trabajar en el periódico “El tiempo” y frecuentó la vida bohemia de los
cafés con los pintores y caricaturistas famosos a finales de la década de 1930.
Por exigencia de Enrique Santos Molano “Calibán”, abuelo de Juan Manuel Santos,
actual presidente de Colombia, Matiz adoptó la fotografía y consolidó en
Colombia una reputación de reportero gráfico alerta con las situaciones y en un
cazador penetrante del azar y las almas de los personajes captados con su
cámara Rolleiflex.
Matiz, volcó su talento tanto en
fotografía, cine, fotografía publicitaria, creación de periódicos y fundador de
galerías de arte. Su primera exhibición fue en 1951, donde exhibió al pintor
Fernando Botero en la Galería de Arte Leo Matiz.
México, Centroamérica, EEUU, los
andes latinoamericanos, el caribe, Palestina, Beirut, Tel Aviv y Venezuela, son
algunos de los escenarios en los que revoloteó el alma indoblegable y
apasionada del fotógrafo, orientando su mirada hacia lo que Henri Cartier
Bresson denominó “el momento decisivo”, ese instante irrepetible en el que
convergen lo inesperado de la vida humana, una retina capaz de ir más allá de
lo visible y una sensibilidad extraordinaria para comprender el vértigo de la
historia y el drama humano más allá del implacable ritmo de las rotativas de
prensa.
La vuelta al mundo en imágenes le
llevó a realizar travesías inesperadas como la que le llevó a París para
celebrar la liberación del régimen nazi el 24 de agosto de 1944 y a través de
su mirada lúcida, penetrante y compasiva convirtió el paisaje urbano de
libertad y de embriaguez colectiva en estampas geométricas y caprichosas.
Matiz se sumergió en la atmósfera
nocturna y vibrante de la París liberada, perseguido por el fantasma
vanguardiasta de los cronistas gráficos como Robert Doisneau y Brassai que
lograron sus mejores obras en la Europa de entreguerras, inspirados en retratar
la perturbadora magia nocturna de la ciudad luz con los detalles urbanos de
plazas, calles, esquinas y fachadas que la han convertido en el sueño deseable
y eterno de nuestra memoria visual, cumpliendo el ritual de lo que alguna vez
predijo la ensayista norteamericana Susan Sontag: “fotografiamos lo que está a
punto de desaparecer”.
Y así, saltando de un país a
otro, de un continente a otro, la vida creativa y tumultuosa de Leo obtuvo
reconocimientos meritorios como el premio Chevallier des Arts et des Lettres,
concedido por el gobierno francés en 1995 y en 1997 el Filo d’Argento en
Florencia, Italia. En 1998 el gobierno colombiano le rinde homenaje y lo
reconoce como uno de los grandes protagonistas de la fotografía del siglo XX, y
el 24 de octubre de ese mismo año fallece.
OBRA Y LEGADO
 |
| Pavo real del mar Santa Marta (1945) |
Entre sus obras
encontramos notables personajes y eventos como El Bogotazo (1948) durante el
cual resultó herido
Pavo real del mar Santa Marta (1945), es una de sus obras
fotográficas considerada como una de las mejores fotografías de Colombia, ha
sido admirada en Japón y Estados unidos.
En 1949 fue elegido como uno de los diez mejores fotógrafos del mundo.
“Vital e incansable, igualmente obsesivo con la perfección en su
trabajo de reportero, Matiz viajó de manera infatigable por los cinco
continentes.”
Así es como lo define en su
página web Miguel Ángel Flórez Góngora, y es algo que se puede comprobar a lo
largo de toda su carrera.
Leo Matiz es uno de los
fotógrafos más versátiles y singulares de la generación de reporteros gráficos
que renovaron el fotoperiodismo durante las 6 primeras décadas del siglo XX en
América Latina, EEUU y Europa.
Creada durante la década de los
90 por él y su hija Alejandra, se legalizó en 1998 junto con el periodista y
escritor Miguel Ángel Flórez, para crear una empresa sin ánimo de lucro que
buscaba preservar y divulgar en el ámbito nacional e internacional el trabajo
del que fue el fotógrafo colombiano más importante del siglo XX.
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